Para considerar a un usuario del
servicio de urgencias como Paciente Kit Completo (PKC) se deben cumplir unas
premisas básicas: el paciente propiamente dicho, el acompañante que toma la palabra,
la bolsa de plástico (opcional) y objeto, animal o cosa origen y/o justificante del motivo de
consulta.
El PKC por excelencia es el oral: “Mi marido, que lleva tres días vomitando”.
El marido no habla, se limita a hacer el quiero y no puedo: balanceo continuo
hacia delante y hacia atrás, boca abierta con intentos frustrados de vomitar. El
momento cumbre del PKC oral se produce cuando la señora saca de una bolsa de
plástico una toalla correspondiente al ajuar de boda con un lamparón y
tropezones alimenticios adheridos y
secos. Si yo la creo señora, no hace falta esa toalla de los años 60
redecorada, pero he de reconocer que
últimamente me he vuelto un poquito cabrón, me gusta compartir, y le digo: “Señora, guarde usted esa toalla y enséñesela
a doctor, es importante que la vea”.
No menos importante es el PKC Reino
animal:
A las 22:00 horas acude un matrimonio
a urgencias. La señora ha sufrido la picadura de un alacrán a las 16:00 horas.
La tardanza en la asistencia se debe a que el marido ha considerado más
importante perseguir, acechar y dar caza al arácnido en cuestión. Momento cumbre: bolsa de plástico, zapatilla
de paño con masa viscosa en la suela correspondiente a alacrán; momento éxtasis:
“¿Esto es venenoso?”.
MYI: No lo se, yo no soy Frank de la
jungla. Venenoso es ese hedor que emana
la zapatilla a perro mojado, eso si es tóxico.
-
No
lo se, enséñeselo al médico.
Dos jóvenes acuden por sufrir, y cito
textualmente: “agresión de perro
doméstico”. La acompañante se levanta, saca su iphone, me enseña la foto
del perro, presunto agresor, y me amplia la imagen centrándola en la placa de
su collar, donde se puede mal leer : Tobi. No me pude reprimir en el motivo de
consulta tuve que registrar: agredida por el perro Tobi.
La variante PKC Cash Converters: matrimonio que acude a
urgencias, ella con un corte provocado por una batidora y sí, su marido bolsa
de plástico en mano, saca la batidora asesina: “La traemos por si la tienen que analizarla, por el tema del tétanos, vamos”.
Sin respuesta. Mi Yo Interior (MYI) se queda sin respuesta.
Sin finalizar el turno el equipo de
urgencias extra-hospitalarias nos avisa; acuden al hospital con un paciente que
ha sufrido un brote de su enfermedad psiquiátrica mal controlada, se encuentra
agresivo y con alucinaciones: “lleva un
mes sin ducharse porque ve en su bañera una ballena”.
-
¿Has
avisado a seguridad? – Pregunta el médico.
-
No
he llamado a Greenpeace, porque viendo lo visto, este viene con ballena
incluida.
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