Desde las 08:30 horas he tenido que hacer uso del disfraz de
torero, capotazo al familiar de la 801, verónica al de la 803, media verónica
al de la 809…y es que no me puedo parar a responder preguntas tan
transcendentales como: “Niño, una dieta de 1500 calorias ¿qué es?”, “Oye, mi
madre es la única que no levantáis al sillón ¿eso por qué es?
MYI: Quizás señora porque su
madre es la única que tiene un pedazo de infarto al corazón de tres pares de
cojones?
Niño, ¿me darán el alta hoy?
Niño, ¿la televisión que es por dinero o de gratis? Niño qué me ha dicho el
médico ¿qué tengo un trompo en las venas? (un trombo señora, un trombo). Niño, ¿el
aire qué va por las venas o por las arterias?
Queridos pacientes y familiares
voy disfrazado de torero, no de niño, ni de Wikipedia.
El médico, que viene hoy
disfrazado de cabrón (para lo cual solo necesita una bata blanca y un
fonendoscopio alrededor del cuello), decide regalar 4 sondas vesicales a sendos
pacientes. El sondaje vesical no es una técnica difícil, siempre que se realice
a una persona de mediana edad pero cuando el paciente supera los 90 años, la
cosa puede convertirse en un infierno, y da igual el sexo del paciente.
En un hombre es fácil de
localizar el orificio de entrada, pero es más traicionero; cuando avanzas, ahí
está, a medio camino, agazapada, comprimiendo la uretra, impidiendo el paso,
nuestra enemiga la próstata hipertrofiada. Este momento tienes que hacer uso
del disfraz de piloto fórmula 1, el pene ya no es un pene es una palanca de
cambios, metes primera e intentas pasar el obstáculo, nada, segunda, tercera y
por fin posición de pene en quinta entra la sonda hasta la vejiga. De ahí que
hable, en caso de hombres, de sondaje vesical de marchas cortas cuando se
consigue en primera o segunda, o marchas largas quinta o sexta.
Me dirijo a la habitación
813, una señora de 96 años a la que tengo que sondar, me despido de mis
compañeros, no se cuándo volveré. El aparato genital femenino no es
traicionero, lo difícil es encontrar el orifico, aquí es misión imposible, dudo entre en
disfraz de minero o el de Tom Cruise. Por suerte ahí está, lo encuentro. Nada
más empezar los gritos ensordecedores y agudos de la paciente alertan a su hija
que aguarda impaciente y desconfiada al otro lado de la puerta: “Socorro que soy mocita, canalla, que me
roban lo que más quiero, mi santo coño…”
Al salir la hija me recibe
con un “Sois un atajo de inhumanos”.
Al terminar el turno ,
sentado en mi coche, me doy cuenta de que el neopreno de mi disfraz de buzo,
que me hace impermeable a las críticas y quejas de los pacientes ha fallado,
quizás sea un poro por donde ha calado, en forma de agua fría, ese “sois un
atajo inhumanos”.
¿Alguien puede decirme cómo
se imprime humanidad a una técnica que consiste en introducir una sonda hasta
la vejiga a una paciente de 96 años encamada desde hace 6? ¿Alguien me puede
decir cómo imprimo humanidad cuando pincho repetidamente todas las mañanas a
ese paciente de otros 90 años?
¿Quien es más inhumano? ¿Tú
que tienes la responsabilidad de tu madre, que tienes la poder de decisión, la
posibilidad de decir basta ya? O yo que solo puedo acatar lo que me dicen. Quizás
tenga que buscar un disfraz de enfermero para venir mañana a trabajar.
Desde luego no debe ser facil encontrarse en tu tesitura. Saludos y feliz semana santa!
ResponderEliminarNoelia grqcias por tu compresion saludos y disfruta.
EliminarQué profesión más dura. Mucho ánimo!!!
ResponderEliminarGracias un saludo.
EliminarHola, te sigo hace tiempo, me gustan mucho tus entradas, pero hoy especialmente me ha emocionado, veo un transfondo bastante duro detrás de tus escritos, que muchas personas no comprenden.
ResponderEliminarTe animo a seguir en tu cometido, porque seguro que también habrá personas que reconocerán tu labor y te podrás sentir recompensado.
Un saludo
Lola muchas gracias sobre todo te agradezco ese saber leer entre lineas, ese trasfondo.
Eliminarsaludos.
Simplemente ......me encanta todo lo que escribes.
ResponderEliminar.
Gracias gracias y muchas gracias
EliminarMuy bueno como siempre, siempre he pensado que somos unos incomprendidos y que nuestro trabajo no está para nada reconocido. Ahora que trabajo en primaria, en pueblos y aldeas del área norte de Córdoba, creo que tendría para hacer un libro con muchos capítulos de anécdotas!! Ánimo compañero!!!
ResponderEliminarTienes toda la razón. y ánimo con ese libro aki tienes un seguidor . saludos lourdes .
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