miércoles, 30 de noviembre de 2011

Ahora sí, ahora no...

Querido amigo me siento para comentarte algo confidencial, totalmente laboral. Repito CONFIDENCIAL. Estoy un poco de guardia, me avisan de sala de críticos, una parada. Cuando he llegado… parado no, superparado.
Empieza la feria: masaje, chispazos (desfibrilar), adrenalinas varias, intubación, el caos típico, nervios, gritos... después de un buen rato, casi una hora... nada que hacer, asistolia, enmascarada por el funcionamiento del marcapasos... El médico, lo típico, a la familia: “no hemos podido hacer nada...
Cuando entro en críticos le quitamos el tubo al difunto y aun monitorizado empieza a aparecer ritmo, tomamos pulso y el hombre abre los ojos y dice: “Ayudaaaaaaaaaaaaa” avisamos al médico que previamente ha informado a la familia de la defunción. Acude a la sala y nos pregunta ¿qué es esto? Mi única respuesta ha sido “o está poseído o es el anticristo”.
Vuelta a empezar el hombre sale de la parada. Se vuelve a informar a la familia de que ha salido de la parada, para minutos después pararse de nuevo. Pero esta vez no sale esperamos, esperamos, y esperamos y ciertamente no sale, se informa por tercera vez a la familia y cojones que ha salido otra vez. Esta vez no ha dicho “ayudaaaa…” Ha mirado alrededor y ha dicho “morirsus  hijo putas”. Se ha trasladado en uvi para  la capital y por el camino ha fallecido. Antes nos ha maldecido a todos.
Tengo miedo y estoy viejo para estos trotes. Voy a poner una tienda de algo, colchones por ejemplo. He ido a urgencias después y le he dicho al personal que he oído voces en críticos. Cuando  la auxiliar ha entrado a reponer el material le he cogido de la pierna a la vez que he gritado “ayudaaaaaaaaaaaa”. Aún está mala, me confiesa que ha tenido hasta relajación de esfínteres.
No quiero pensar en la familia... no quiero ni pensar… estoy muy cansado y de bajón postadrenalina. Ahora solo cabe esperar a que el maleficio se haga realidad...



1 comentario:

  1. Esos maleficios nunca se hacen realidad, lo que si perdura es el recuerdo y las ganas de hacerlo mejor la próxima vez.
    Pero al final te das cuenta de que por mucho que pongas de tu parte, por mucho que lo intentes, no todo está en tu trabajo, el paciente tiene que poner de su parte, si ha llegado el día... nada hay que hacer.

    Ánimo.

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