En una consulta de urgencias, el
nerviosismo del paciente puede llegar a provocar escenas surrealistas en las
que la realidad sigue superando la ficción. Os dejo varios ejemplos bastante
recientes.
El doctor a la señora: “Tiene el
tobillo muy inflamado le vamos a poner un carrito y se le va hacer una
radiografía.”
La señora al doctor: “Doctor, yo no
soy mucho de caldito pero si eso es bueno para la inflamación pues me lo tomo”.
La rubia de buen ver acude a urgencias
por un cuadro de cefalea compatible con sinusitis. Para confirmar el
diagnóstico se pide una radiografía de senos (senos paranasales, por tanto, radiografía de
cabeza).