lunes, 7 de mayo de 2012

El anillo

Un lunes a las 15:45h, no pega, pero para nada, un borracho en la puerta de urgencias. Pero no un borracho cualquiera, un borracho tipo 2: caída vertical, olor complet.

El tipo 2 es el borracho que deja de beber porque se desmaya (el tipo 1 es que deja de beber porque se le acaba el dinero), cae al suelo de la misma manera que cuando dejamos caer un palo de fregona. El cuerpo se frena con la cabeza. Olor complet: efecto sinérgico de tres olores: fetor etílico (pestazo a vino que sale de la boca), falta de higiene concentrada fundamentalmente en axilas y zona genital, y por último, en un intento de disimular los dos anteriores, un chorreón de colonia cutre tipo Brumel. El ambiente se satura de tal modo que la aparición de otro mal olor tipo vómito o relajación de esfínteres no se percibe.
Como consecuencia del frenazo contra el suelo, el paciente acudía a urgencias en ambulancia acompañado de médico y enfermero completamente inmovilizado: tabla espinal (una especie de tablón desde la cabeza a los pies sujeto por varias bridas a modo de cinturones de seguridad), collarín cervical, pero de los de verdad no esos de gomaespuma, y dama de elche (dos cuñas de silicona rígida a ambos lados de la cabeza), lo único que tenia libre eran ambos brazos con los que no dejaba de hacer aspavientos. El ostión en la cabeza y la hemorragia de su oído izquierdo (algo de mal pronóstico) no era para menos.

Casi la totalidad de los borrachos sienten fijación por algún profesional de los que les atienden sobre el que descarga  toda su ira y en este caso me tocó a mi: “Hijo puta suéltame, cabrón, so feo, vaya mierda practicante…” Intentaba acertarme con un puñetazo, pero es muy fácil zafarse del puñetazo de un borracho.
Al  pasar a la consulta de la doctora se transformó. “¿Que le ha pasado?”,  Pues mire doctora, que me enamorao de usted” “¿Le duele algo?” “Sí, el corazón de quererte y un poco el rabo” “¿Tiene alergia a algún medicamento?” “A medicamento no, sí al cabrón este mierda que tengo aquí a mi lado, ¡practicante de mierda!

Busque la complicidad con mi compañera Paquita: “Paquita, la que me esta dando este hombre”. Mi compañera me dio ánimo: “Pues los niños y los borrachos son los únicos que dicen la verdad”.
Cállate tú so fea gorda, con ese pelo que tienes, que es un estropajo pintao de amarillo”.

Mi Yo Interior ( M.Y.I.): “Es cierto Paquita, los niños y los borrachos son los únicos que dicen la verdad”.
-       Practicante, perdóname, vamos a hacer las paces, vamos a hacer el anillo.
-       ¿El Anillo?

Puso su dedo medio en forma de gancho e indico que hiciera lo mismo, entrelazó su dedo y el mio y en este momento su dedo perdió su movilidad natural y adquirió una rigidez fuera de lo normal, parecía un garfio al más puro estilo pirata. Realizó un giro de 90º en este momento solo tenia dos opciones o girar todo mi cuerpo casi hasta tocar el suelo o quedarme quieto lo que significaba fracturas múltiples de mi dedo. Opté por la primera y casi hocico contra el suelo. Seguidamente, me arrancó la tarjeta identificativa que colgaba de mi bolsillo (en la que viene mi foto, nombre completo y servicio al que estoy adscrito) y quién tiene cojones de abrirle la mano al cabrón este. Esperaría a que la medicación le hiciera efecto.
Pasó a la sala de observación, a la espera de los resultados de la TAC de Cráneo. A los pocos minutos acudimos a ver a mi amigo, en su lugar una tabla espinal con todas las bridas cortadas  por algún objeto cortante, de regalo una generosa meada en la cortina del Box y una no menos importante cagada a los pies de la camilla, no fue tan malo dejo allí mi tarjeta identificativa.

A todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, se busca borracho sangrante de un oído, es muy peligroso, no porque tenga un objeto cortante sino porque sabe hacer el anillo.
Hoy me ha mandado mi supervisora a recursos humanos para pedir una nueva tarjeta. La administrativa me ha tocado los cojones: “Parecéis niños chicos con las tarjetas, vamos, en esta semana van más de diez ¿qué ha sido deterioro o extravío?”
-       No, ha sido inmersión.
-       ¿Inmersión?
-       Sí, inmersión en mierda. El cabrón dejó mi tarjeta pichada en la mierda.


1 comentario:

  1. Real como la vida misma.
    Este tipo de personajes es de los que regala olores que no creías que existieran.
    Y dicen verdades. De las que duelen.
    Ánimo Enfermero.

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